Sede
Paraninfo de la Universidad de Zaragoza
El edificio Paraninfo, en uso desde su inauguración en 1893 hasta el traslado de la Facultad de Medicina al campus de San Francisco en 1973, fue en origen sede de las Facultades de Medicina y Ciencias. Se trata de la construcción histórica más antigua de la Universidad y la más conocida y estudiada, tanto por su monumentalidad y su elevado valor artístico, como por su posición privilegiada en la plaza de Basilio Paraíso, centro neurálgico de la ciudad.
Con 115 años de vida, el Edificio, proyectado y dirigido por el arquitecto Ricardo Magdalena, es el único declarado Bien de Interés Cultural de todas las construcciones universitarias y se ha convertido en la imagen institucional de la Universidad de Zaragoza. El Paraninfo fue uno de los edificios más sobresalientes en España en su época y el que contribuyó, decisivamente, a la renovación de la arquitectura aragonesa entre finales del siglo XIX y principios del XX.
En origen, en la planta baja del edificio se encontraban grandes aulas donde se impartía la enseñanza teórica, acompañadas de los gabinetes y laboratorios donde se realizaban las prácticas experimentales, y en la parte alta los Museos (instrumental y anatómico), la Biblioteca, el Salón de Actos y la Cátedra de Conferencias. En un tercer piso, en este ala se encontraba el torreón donde se alojaba el observatorio astronómico. La fachada lateral izquierda y parte de la posterior correspondía a Medicina y la fachada derecha a Ciencias.
En cuanto a su ordenación, destacan la superposición de grandes ventanales con tres órdenes de arcos de medio punto (uno en planta baja, tres en planta principal y cinco en la galería de arquillos que culmina en el edificio, en el caso de los torreones angulares) coronados por un gran alero de madera tallada, un elemento común en la arquitectura aragonesa que Magdalena retoma.
Asimismo, Magdalena, a quien se debe la recuperación de la fábrica de ladrillo caravista en la arquitectura aragonesa decimonónica, utilizó con gran maestría este material tanto desde el punto de vista decorativo como estructural, desplegando un repertorio inspirado en la característica arquitectura mudéjar aragonesa.
La decoración interior, bastante sobria y funcional, se desarrolla con mayor profusión en los espacios representativos por excelencia del edificio: la gran escalera imperial, la sala Paraninfo (originalmente salón de actos) donde destacan las magníficas vidrierías realizadas por la Casa Degrand de Burdeos, y la biblioteca.
Cuenta con un riquísimo programa iconográfico desplegado en medallones, bustos y esculturas en las que aparece recogida la historia de las Ciencias y la Medicina a través de sus principales protagonistas, sabios, médicos y científicos aragoneses y foráneos.
Hay que destacar la presencia de las cuatro estatuas sedentes en piedra blanca de Fonz, a través de las figuras de cuatro sabios relacionados con el distrito de la Universidad de Zaragoza: Andrés Piquer y Miguel Servet por Medicina, Ignacio Jordán de Asso y Fausto de Elhuyar por las Ciencias.
Con 115 años de vida, el Edificio, proyectado y dirigido por el arquitecto Ricardo Magdalena, es el único declarado Bien de Interés Cultural de todas las construcciones universitarias y se ha convertido en la imagen institucional de la Universidad de Zaragoza. El Paraninfo fue uno de los edificios más sobresalientes en España en su época y el que contribuyó, decisivamente, a la renovación de la arquitectura aragonesa entre finales del siglo XIX y principios del XX.
En origen, en la planta baja del edificio se encontraban grandes aulas donde se impartía la enseñanza teórica, acompañadas de los gabinetes y laboratorios donde se realizaban las prácticas experimentales, y en la parte alta los Museos (instrumental y anatómico), la Biblioteca, el Salón de Actos y la Cátedra de Conferencias. En un tercer piso, en este ala se encontraba el torreón donde se alojaba el observatorio astronómico. La fachada lateral izquierda y parte de la posterior correspondía a Medicina y la fachada derecha a Ciencias.
En cuanto a su ordenación, destacan la superposición de grandes ventanales con tres órdenes de arcos de medio punto (uno en planta baja, tres en planta principal y cinco en la galería de arquillos que culmina en el edificio, en el caso de los torreones angulares) coronados por un gran alero de madera tallada, un elemento común en la arquitectura aragonesa que Magdalena retoma.
Asimismo, Magdalena, a quien se debe la recuperación de la fábrica de ladrillo caravista en la arquitectura aragonesa decimonónica, utilizó con gran maestría este material tanto desde el punto de vista decorativo como estructural, desplegando un repertorio inspirado en la característica arquitectura mudéjar aragonesa.
La decoración interior, bastante sobria y funcional, se desarrolla con mayor profusión en los espacios representativos por excelencia del edificio: la gran escalera imperial, la sala Paraninfo (originalmente salón de actos) donde destacan las magníficas vidrierías realizadas por la Casa Degrand de Burdeos, y la biblioteca.
Cuenta con un riquísimo programa iconográfico desplegado en medallones, bustos y esculturas en las que aparece recogida la historia de las Ciencias y la Medicina a través de sus principales protagonistas, sabios, médicos y científicos aragoneses y foráneos.
Hay que destacar la presencia de las cuatro estatuas sedentes en piedra blanca de Fonz, a través de las figuras de cuatro sabios relacionados con el distrito de la Universidad de Zaragoza: Andrés Piquer y Miguel Servet por Medicina, Ignacio Jordán de Asso y Fausto de Elhuyar por las Ciencias.
SITUACIÓN
Plaza Basilio Paraíso, 4, 50004, Zaragoza
Situado a un paso caminando del centro de Zaragoza, tiene una buena comunicación por transporte público con el resto de la ciudad, está al lado de la línea del tranvía y las líneas de autobús urbano que tienen parada muy cerca, en paseo Independencia son 22, 30, 40 y paseo Pamplona son 21, 25, 33, 34, 41, 51 y 52.